Provocadora, exiliada y olvidada. Conoce a la inconformista MARUJA MALLO
Sep 27, 2024
1995 es el año en el que muere Maruja Mallo. Poco se habla de Maruja Mallo. Yo creo que a esta artista no se le ha hecho justicia.
Mientras a sus contemporáneos surrealistas como a Dalí lo tiene todo el mundo idolatrado -y mira que era malo Dalí, en todos los sentidos-, a Maruja Mallo no se le ha dado su sitio.
Pues aquí se lo vamos a dar.
Esta joven bruja, como la llamaba Gómez de la Serna, nació a principios de siglo, en 1902, en Vivero, Lugo, y perteneció a la famosa generación del 27.
Tuvo que ser muy difícil ser Maruja Mallo. Primero por los tiempos en los que vivió. Sus padres tuvieron 14 hijos y ella fue la cuarta. Y tampoco eran multimillonarios, al contrario. Maruja Mallo venía de una familia humilde. Su padre era funcionario de aduanas.
Cuando tu ves sus obras dices, “aquí hay oficio”. Y es que Maruja estudió Arte. Concretamente en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés.
Además, como viajaban tanto por el trabajo del padre, a los 20 años la joven Maruja Mallo entra a estudiar en la Real Academia de San Fernando de Madrid. Y a la vez estaba estudiando en la Real Academia Libre de Julio Moisés, que en aquel tiempo era otra Academia prestigiosa de la capital.
¿Antes estaba la gente más preparada que ahora?
Yo creo que sí. Yo he escuchado a mis maestros, muchos de ellos ya fallecidos, que antes en las Escuelas de Bellas Artes se iba a estudiar hasta los sábados. Y que en Sevilla concretamente, algunos días de la semana seguían dibujando modelos del natural en el Ateneo por las noches. Ahora cada vez dedican menos horas al dibujo, a la pintura, a los oficios. Al saber hacer. Al estudio. Así que es normal que cada vez se haga más arte conceptual. Más Hamparte. Porque para poner un papel arrugado en el suelo no necesitas saber mucho. Sólo tienes que saber de marketing.
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Martin Creed
Pero no nos desviemos.
De momento tenemos a una chica muy preparada, que en Madrid se rodeó de la crema del mundillo artístico de la época. Fue amiga de Federico García Lorca y novia del escultor Emilio Aladrén. Formó parte de la generación del 27, junto a Dalí, Luis Buñuel, Gregorio Prieto, María Zambrano, Rafael Alberti, Concha Méndez, en fin. Una muchachada buena.
Lo que yo no entiendo es cómo Dalí es tan conocido y Maruja Mallo no. También fue novia de Rafael Alberti, o mejor dicho, Rafael Alberti fue novio de Maruja Mallo. Pero claro, Maruja Mallo además de ser una maravillosa excéntrica, era muy libre. Ella era muy libre. Una mujer emancipada, y claro, era republicana.
Fue una de las llamadas sin sombrero
En aquella época estaba mal visto ir sin sombrero por la calle. Era una muestra de decoro. Más que una performance era una provocación. Atravesar la Puerta del Sol sin sombrero. Y la gente insultándolos y hasta apedreándolos.
Pero en lugar de amedrentarse, ella seguía provocando. También se vestía de hombre, es decir, que era travesti pero a la inversa. En aquella época imagínate. ¡Travesti! Evidentemente lo hacía por transgresión y también porque se sentía libre y porque le gustaba. ¿O acaso hay algo de malo?
Te cuento una anécdota que me pasó hace meses. Además de tener el pelo largo y una perilla trenzada, yo me pinto las uñas de negro o amarillo porque me gusta. Pues bien, un día recibí un mensaje por Instagram de un padre muy preocupado por su hijo. Me dijo que como él era muy seguidor mío y se había empezado a pintar las uñas también, que ¿qué significaba eso? Que qué le pasaba a su niño. Yo no suelo contestar a esos mensajes porque recibo cientos, pero en esta ocasión le di la solución. Hable con su hijo caballero. Pregúntele. Comuníquense. ¿Qué tiene que preguntarme a mí?
Otra cosa no, pero como sociedad hemos avanzado un poco. ¿O no? Ahora tenemos otros problemas pero yo creo que personas como Maruja Mallo hoy día son muy necesarias para hacernos ver lo absurdo de ciertas cosas que damos por buenas y que son lamentables.
Las sin sombrero
Su estilo era el realismo mágico
Esto se dio en pintura pero también en las demás artes, en literatura, cine, teatro… ¿Te suena “La Casa de los espíritus” de Isabel Allende? Pues eso.
El realismo mágico a mí me encanta porque puede representar escenas que parecen cotidianas pero a la vez están pasando cosas extraordinarias e imposibles. Los personajes de estas obras pueden sufrir ciertas metamorfosis como lo hacen en los cuentos maravillosos. Como los monstruos medievales que me gustan tanto.
Te puede recordar un poco a la pintura de Frida Kahlo, pero para mí Maruja Mallo es mucho mejor.
Tiene una obra que se titula “Mujer con cabra” de 1927 que me encanta. Esta obra simboliza a los dos tipos de mujeres de la época. Al menos según su visión. Una mojigata, metida en su casa y viendo todo lo que pasa fuera a través de su ventana azul y la otra la mujer de la calle, la mujer trabajadora, la mujer transgresora, la loca, la artista, la sin sombrero.
¿Por qué no es tan reconocida?
Pues mira que tuvo suerte. Le concedieron una especie de beca para ir a París a seguir estudiando arte y conoció a Magritte, a Max Ernst, a Joan Miró, a Giorgio de Chirico, a Paul Éluard, y hasta a André Bretón, que llegó a comprarle una obra. Concretamente la obra que le compró Bretón hoy día se considera una de las pinturas más importantes del surrealismo; “Espantapájaros”.
Se trata de una pintura oscura y fantasmagórica donde dos personajes hechos de palo parece o que están bailando o que se van a palear, como en la obra “Duelo a garrotazos” de Goya, pero como si lo hubiese imaginado Tim Burton. Son personajes mágicos que flotan.
¿Por qué no es famosísima siendo mejor artista que Dalí?
Por política. En España pasó lo que pasó, la Guerra Civil. Maruja huyó a Portugal donde la acogió Gabriela Mistral. Después se exilió a Buenos Aires. Allí fue bien acogida, pero estuvo muchos años entre Uruguay y Buenos Aires. No paró de trabajar. Expuso en París, Brasil, Nueva York, estuvo en México, seguía haciendo cerámicas, escenografías, dando clases… Llegó a vivir hasta en Nueva York en 1959.
Por aquel entonces Dalí se hizo tan amigo de Franco y éste lo protegió tanto que tú ya sabes que en España el que tenía más NODOS era Franco, pero el segundo era Dalí. Mientras Dalí era promocionado por el régimen franquista, Maruja Mallo se fue diluyendo.
Pero regresó a España.
Después de estar 25 años dando tumbos por el mundo, en 1962 Maruja Mallo vuelve a España.
Vuelve a una España donde la mujer era poco menos que nada. Y una mujer artista… Y mira que se la veía al pasar. Se hizo notar.
En aquella época tenía más de 60 años pero iba caracterizada de manera muy Guay. Llevaba los labios muy rojos en forma de corazón. Llevaba el pelo corto, los ojos muy pintados de un color azul maravilloso. Ella misma era una obra de Arte.
Pero parece ser que le dieron la espalda. En el mundillo del arte se la conoce, pero lamentablemente la sociedad no le ha dado el sitio que se merece. Pero hoy, yo quería darle un sitio aquí, en crea13.
No solo para honrarla, sino para inspiramos en su vida y obra para seguir enseñando a las nuevas generaciones que el arte es mucho más que una técnica: es una forma de rebelión, de expresión y de transformación social. Y como ella, queremos que nuestros estudiantes, en crea13, no solo aprendan a DIBUJO o PINTURA , sino que también entiendan que el verdadero arte nace de la libertad y el compromiso con uno mismo.
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